Que la normalidad lingüística de la sociedad se extienda a las instituciones
Que el catalán no sea instrumento político al servicio de la construcción nacional
Que no sea obligatorio usar una lengua oficial u otra
Que el sistema educativo contemple de forma natural la enseñanza en cualquiera de las lenguas oficiales
Que se acabe la inmersión lingüística obligatoria
Que se ponga fin a la presión institucional sobre los castellanohablantes para que cambien de lengua
Que la atención a los inmigrantes no sirva para la lucha política catalanista
Que no se les considere de más o de menos por usar una lengua u otra
Que se acabe el discurso según el cual para integrarse hay que hacerlo en una lengua determinada y no en otra
Que los niños venidos de Hispanoamérica, que hablan una de nuestras lenguas oficiales, no se vean marginados en la escuela por ello
Que el sistema educativo acoja como es debido a los niños independientemente de su lengua materna, sin despreciarla ni pretender cambiársela
Que cada uno pueda expresarse libremente en la lengua en que mejor se defienda, y que se le escuche en función de lo que dice
Que los gobernantes dejen de intentar controlar lingüísticamente a la población
