viernes, 29 de febrero de 2008

Víctimas de nuestros mitos

En Cataluña, la falta de crítica a determinados mitos dominantes conduce, a menudo, al ridículo y, casi siempre, a melancólicos callejones sin salida.

Francesc de Carreras, en La Vanguardia

En Cataluña, la falta de crítica a determinados mitos dominantes conduce, a menudo, al ridículo y, casi siempre, a melancólicos callejones sin salida.
Haber declarado a Bono como uno de los más acérrimos anticatalanes - ¿quién se atrevería a negarlo en una de las muchas tertulias de los medios de comunicación?- puede hacer perder a CiU la vicepresidencia del Congreso, la presidencia de comisiones parlamentarias y no sé cuántos despachos y coches oficiales. Es decir, le hará perder influencia en Madrid. Pero da igual: aquella estética que, según Unamuno, ahogaba a los catalanes sigue haciendo estragos.
Lo mismo sucede con el trasvase de los ríos. Podría ser conveniente o inconveniente el trasvase del Ebro, aunque a la vista de las actuales restricciones es dudoso que la solución adoptada fuera la correcta. Pero, en todo caso, convertir el término trasvase en una palabra maldita sitúa al actual Govern en una posición inconsistente, como prueba el acuerdo del Consejo de Ministros de ayer. Otros sueñan, literalmente, con hacer llegar agua del Ródano: ¿acaso no hay movimientos ecologistas en el sur de Francia que intentarán impedirlo? Esta creencia de que los catalanes, por el mero hecho de serlo, lo tenemos todo pagado, sigue siendo nefasta.
Un tercer tópico es el de las balanzas fiscales, al parecer la clave que debe resolver todos nuestros problemas financieros. La causa de estos males no está, por supuesto, en que la Generalitat despilfarre el dinero en cuestiones inútiles. Entre otros ejemplos, tirar la casa por la ventana en Frankfurt cual nuevos ricos, gastar 32 millones en asesorías externas para tener contenta a la clientela de los partidos o financiar la apertura de fosas comunes a la búsqueda de los cadáveres de una guerra que terminó hace casi setenta años. No. La causa de nuestra hipotética mala financiación es que en Madrid hay alguien que esconde en un cajón las balanzas fiscales.
Publicarlas: otro mito inútil y perjudicial. No sé si las dichosas balanzas aportarán algo bueno, pero lo cierto es que, desde hace muchos años, se han ido publicando numerosos estudios sobre balanzas fiscales elaborados con criterios distintos y con resultados, lógicamente, contradictorios. El problema no es que se publiquen, sino que se elaboren unas balanzas bajo un único criterio acordado entre todas las partes. No están, por tanto, escondidas en un cajón, sino que falta establecer un único método para elaborarlas: una vez acordado se podrán conocer los resultados.
¿Se acuerdan ustedes de lo importante que era la desaparición de los gobernadores civiles? Hace más de diez años que dejaron de existir: ¿los catalanes somos más felices? Me temo que sucederá lo mismo con las balanzas fiscales. Los catalanes somos víctimas de nuestros propios mitos.

jueves, 28 de febrero de 2008


Ciutadans en el caso del mosso expedientado por no escribir en catalán sus diligencias
La Generalitat expedientará a todos los mossos que redacten sus informes en castellano. Domingo discutió duramente con Saura en la sesión de ayer jueves en el Parlament.





jueves, 14 de febrero de 2008

Pel bilingüisme escolar


“Veo ausencias significativas en este Parlamento, parece que hay que ser terrorista, hay que llamarse Josu Ternera para que le escuchen a uno, ¿qué digo le escuchen a uno?, para que cojan el coche oficial y se vayan a dialogar”.

Amb aquesta frase va començar el seu discurs el senyor Francisco Caja (President de Convivència Cívica Catalana), recolzat per més de 50.000 ciutadans de Catalunya, en veure l’escampada de gran part dels parlamentaris autonòmics, inclòs el mateix president, en començar la seva exposició defensant la Iniciativa Legislativa Popular per l’ensenyament en la llengua materna i el bilingüisme a les escoles catalanes.
Aquesta trista realitat demostra que al govern català no l’interessa l’opinió de la ciutadania i vol continuar amb el seu projecte “d’immersió lingüística”, o millor dir d’exterminació de la llengua castellana. Un fet real i demostrable en qualsevol punt geogràfic català, on el que importa és la construcció d’una nació catalana, encara que això comporti, com està passant actualment, convertir escoles en correccionals lingüístics, discriminar ciutadans per ser castellanoparlants, prohibir la llibertat d’expressió en un dels dos idiomes oficials de Catalunya; un ventall ben ampli de polítiques lingüístiques que vulneren drets i llibertats fonamentals, un exemple més del ranci racisme cultural que aplica el govern de la Generalitat. Els polítics nacionalistes han imposat, igual que feia el dictador Franco amb el castellà, que l’única llengua vehicular a les escoles sigui una sola de les dues que parlem majoritàriament els ciutadans de Catalunya. Convivència Cívica Catalana, igual que defensa Ciutadans, vol que tots els escolars de Catalunya rebin lliurement l’educació bilingüe, que tots aprenguin el català i el castellà i que ambdues siguin vehiculars. Escoltin la veu de milers de ciutadans, perquè el que realment importa són les persones, almenys, per a nosaltres.


ed. 157 -Fran Hervías Chirosa. Ciutadans - Partido de la Ciudadanía- 14 febrero 2008

martes, 12 de febrero de 2008

Català sí, castellà també!

Diari de Girona, 12 de febrer de 2008

L´efecte Ciutadans en el Parlament de Catalunya comença a donar els seus fruits com ha quedat demostrat el passat dia 6 de febrer, quan el PP proposava que el castellà pugui ser també la llengua vehicular de l´ensenyament a Catalunya. Proposta ja defensada des dels seus inicis per Ciutadans. És una llàstima que ara el PP es posi les piles . Hem de tenir present que ells han governat durant vuit anys, quatre d´ells amb majoria absoluta i, ni tan sols es varen preocupar de la política lingüística de Catalunya. Suposo que les ànsies de poder per pactar amb PNB i CiU van fer mirar cap a un altres costat o, simplement, ni es varen preocupar de la discriminació que patia i pateix gran part de la població de Catalunya. Senyors del PP, heu arribat uns quants anys tard i, en aquesta ocasió, no per agafar el servei de rodalies, sinó pel seu encegament de poder, ja que van deixar a un costat les polítiques socials i les lliber­tats dels ciutadans, per pactar amb els nacionalistes, amb els mateixos que ens prohibeixen de llibertats i ens posen com a ciutadans de segona per cometre l´error de tenir com a llengua materna el castellà i expressar-nos, principalment, amb la llengua castellana. La dictadura franquista va prohibir i va perseguir el català, els nazis van emprar l´en­se­nya­ment per enverinar la ment de la societat alemanya, ara els socialistes nacionalistes prohibeixen i persegueixen el castellà, discriminen part de la societat i deixen sense llibertats i drets la ciutadania que exigeix la llibertat d´elecció lingüística. Imposar per la força una llengua amb finalitats nacionalistes és una forma més d´establir polítiques totalitàries extretes del feixismes més ran­ci, això sí, camuflades en fum democràtic. La discriminació lingüística és pur racisme cultural, i els drets i les llibertats són de les persones no dels territoris.

Fran Hervías. Secretari d´Acció Política de Ciutadans a Girona

lunes, 4 de febrero de 2008

El efecto Ciudadanos

por Antonio Robles, en Libertad Digital (4/2/2008)

Andan contrariados algunos de mis compañeros por el cambio de chaqueta en política lingüística del Partido Popular. Otros están encantados. En sólo un año y medio hemos conseguido poner en cuestión todo el sistema de inmersión lingüística de la Generalitat de Cataluña, hablar en castellano en el Parlamento, abrir los ojos y aumentar la autoestima de miles de ciudadanos; pero, sobre todo, hemos conseguido que parte de nuestras tesis en política lingüística sean asumidas por el Partido Popular, mientras algunos miembros destacados del Partido Socialista de Cataluña presionan para levantar el pie del acelerador nacional.

En realidad, Ciudadanos no nació para ser un partido al uso, ya saben, como una empresa que se quiere perpetuar en el tiempo, sino para ser un proyecto capaz de cambiar la realidad. Su sola presencia –pensamos muchos muchas veces, mucho antes de que ni siquiera soñáramos con que fuera posible su existencia– obligaría a PPC y PSC a cambiar sus discursos en política lingüística. Estábamos convencidos de que sólo en el silencio podrían seguir siendo conculcados los derechos de los castellanohablantes, pero en el momento que fuera posible evidenciar la exclusión cultural, la fuerza de la gente castellanohablante en las urnas obligaría necesariamente al Partido Popular o al PSC, o a los dos, a cambiar de política lingüística si no querían ver mermados seriamente los apoyos de la comunidad castellanohablante.

Pues bien, en solo 15 meses la actividad parlamentaria de tres diputados ha obligado al Partido Popular de Cataluña a llevar al Pleno la reforma de la ley de política lingüística de 1998 para garantizar la enseñanza en lengua materna y la igualdad lingüística. Los 89.946 votos en las autonómicas del 1 de noviembre fueron el primer aviso; el segundo, la persistente labor de Ciudadanos por llevar a las instituciones la normalidad lingüística de la calle. Ayer no se hablaba castellano en el parlamento, hoy no sólo lo hacen tres parlamentarios.

Esta actitud de C’s ha obligado al PPC a utilizar retales de la lengua de Cervantes en algunas de sus intervenciones. Antes había dimitido su presidente, Josep Piqué, en buena medida por la atmósfera creada por Ciudadanos. Fue sintomático que quien le sustituyera en el cargo, Daniel Sirera hiciera la mitad de su discurso en la lengua común de todos los españoles a propósito de su primera intervención parlamentaria como presidente del PPC. Hasta el diputado Joan Ferrán, del PSC, se despachó a gusto contra la costra nacionalista de Catalunya Radio y TV3.

De esta guisa, el efecto Ciudadanos estaba a punto de convertirse en una leyenda. La rubricó la diputada Irene Rigau en la Comisión de Educación, el 31 de enero de 2008, al acusar al Partido Socialista de haberse dejado erosionar por la mala conciencia que el grupo mixto había conseguido meter también en el Partido Popular. "No ganarán ninguna votación", dijo la diputada de CiU, pero están consiguiendo crear mala conciencia en los dos grandes partidos de raíz española.

De esa presencia ocultada de Ciudadanos, pero temida por los populares, surgió la propuesta del candidato a la presidencia de España, Mariano Rajoy. Acababan de caer en la cuenta de que España era el único país del mundo donde la lengua oficial del Estado se la excluía como lengua de aprendizaje en alguna de sus comunidades. Y, además, la polvareda levantada por el desparpajo de Ciudadanos por denunciarlo le hizo caer en la cuenta de que el tema podría darles muchos votos. Intuido, temido y hecho: lanzó la promesa de una ley de lenguas para garantizar que todos los españoles pudieran estudiar en castellano vivieran donde vivieran. Y en esa atmósfera lingüística de cambio de ciclo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, promete a su vez un colegio en la capital de España donde puedan estudiar en catalán quienes lo soliciten. Si la primera medida fue un pulso a los nacionalistas, la segunda los dejó sin argumentos. Unos días antes, el periodista y contertulio catalanista de Onda Cero Enric Julià había utilizado la imposibilidad de estudiar catalán en Madrid, para justificar la injustificable exclusión del castellano como lengua vehicular en Cataluña.

Sólo un año antes, semejantes medidas y promesas eran impensables. El fenómeno conocido como efecto Ciudadanos está cambiando la política nacional.

No, no es malo que el Partido Popular asuma las tesis de Ciudadanos, ni es malo que eso les lleve a recuperar votos, ni malo sería que el partido socialista de Cataluña las asumiese a su vez y, como el Partido Popular, también nos restase votos. Eso querría decir que Ciudadanos habría cumplido su misión primera: que los partidos nacionales se comprometan con la defensa de los intereses de todos los españoles.

Nunca un partido tan pequeño y en tan poco tiempo consiguió cambiar tantas cosas a tanta velocidad. Ciudadanos no debe temer que los dos grandes partidos nacionales les arrebaten las ideas; esa sería su mayor victoria. Al fin y al cabo, siempre sostuvimos que apoyaríamos cualquier idea que fuere justa y buena, viniera de donde viniera. En este caso no sólo son justas: son las nuestras.