- C's es el único partido que se opone al nacionalismo y no cesará en el empeño de acabar con las multas lingüísticas, de cambiar esta legalidad discriminatoria e injusta y luchar por la libertad.
El nacionalismo siempre utiliza los resortes del poder para imponer una identidad. Con el nacionalismo ocupando el poder, las instituciones y las leyes que se dictan salen preñadas de identidad, pero de una sola identidad. Poco importa si la sociedad es plural, si sus ciudadanos tienen variadas identidades o compuestos sentimientos de pertenencia.
Poco importa que en Cataluña las encuestas nos digan repetidamente que la mayoría de catalanes se sienten catalanes y españoles y que prefieren una Cataluña bilingüe. El nacionalismo, al que ha sucumbido el PSC, gobierna e intenta imponer a los ciudadanos de Cataluña una identidad catalanista exclusiva y excluyente; por eso todas sus leyes están cargadas de catalanismo; por eso el futuro código de consumo defiende exclusivamente al consumidor catalanista desatendiendo y reprimiendo los derechos lingüísticos de los castellanohablantes
No hay más claro ejemplo de falta de libertad y de discriminación por razón de lengua entre ciudadanos aparentemente iguales que la de que unos puedan rotular, si lo desean, exclusivamente en catalán y los otros no puedan, si lo desean, rotular exclusivamente en castellano y sean sancionados por ello con multas que van desde los 10.000 € hasta los 100.000 € en caso de reincidencia.
C’s es el único partido que se opone al nacionalismo y no cesará en el empeño de acabar con las multas lingüísticas, de cambiar esta legalidad discriminatoria e injusta y luchar por la libertad que supone que nadie sea sancionado por rotular en cualquiera de las lenguas cooficiales.
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