sábado, 21 de agosto de 2010

Opinión

LLAMEMOS A LAS COSAS POR SU NOMBRE

Nuestro ordenamiento jurídico, al igual que la gran mayoría – si no todos – tiene como una de sus bases el principio según el cual todo aquello que no está prohibido, está permitido. Uno de los principales motivos para adoptar este sistema es que resulta mucho más “económico”, en términos legales: Enumerar todo aquello que está permitido supondría un esfuerzo enorme y generaría una cantidad increíble de legislación, lo que a su vez complicaría sobremanera el estudio y conocimiento de la propia normativa.

No obstante, determinados sectores de la política catalana parecen determinados a avanzar hacia un punto de inflexión en este sentido: Al paso que vamos, dentro de algún tiempo puede que resulte más fácil y “económico”, en el sentido antes citado, enumerar lo permitido que enumerar lo prohibido.

Tras la prohibición de las corridas (que no de los espectáculos en que sufren toros, porque se está haciendo todo lo posible por blindar los correbous), nos llega la noticia de que el próximo objetivo en el punto de mira son los souvenirs: se pretende sancionar a los comerciantes de determinadas zonas de afluencia turística si no retiran de sus comercios los artículos “que no tengan relación con Cataluña”, bajo el pretexto de impulsar la artesanía catalana.

Tras conocer esta noticia, a un servidor le surgen preguntas como: ¿Quién decidirá qué artículos tienen relación con Cataluña y cuáles no? Y en segundo lugar, ¿Si la muñeca con vestido flamenco se fabrica en Ripoll, tendrá la consideración de artesanía catalana?

Deberíamos exigir a nuestros gobernantes que llamen a las cosas por su nombre: Impulsar el sector de la artesanía catalana es totalmente posible sin tener que eliminar a la competencia por el camino, dejando que sean los consumidores los que decidan qué prefieren comprar.Del mismo modo, la protección de los animales – los toros, en este caso – no se consigue prohibiendo sólo parte de los espectáculos en que éstos sufren. La finalidad subyacente en estas medidas no es otra que desterrar de Cataluña todo aquello que puedan considerarse símbolos españoles.

Nuevamente, el Govern está actuando de forma más típica de una república bananera que de un Estado de Derecho. El sistema de prohibir todo aquello que no nos gusta acaba por dividir a las personas y no es digno de una democracia, donde la Ley debe actuar como garante de la seguridad, igualdad y libertad de todos los ciudadanos, y no como herramienta de presión en manos de unos pocos.

David Liern, Candidato de C's al Parlament de Catalunya por Girona.

Enlace original
http://www.teleprensa.es/girona-noticia-237955-Llamemos-a-las-cosas-por-su-nombre.html

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