
Durante el día 14 la prensa escrita, la radio y las televisiones, tanto de Cataluña como del resto de España, se han hecho eco de la posible responsabilidad de los autores de la quema de un delito de ofensas a la Corona, según la Audiencia Nacional. El PP ha acusado al Gobierno de dar cancha a los radicales por su tibieza, y la vicepresidenta ha acusado al Partido Popular de adoptar posturas radicales. Por su parte, portavoces de los partidos nacionalistas han calificado los hechos de aislados, y que hay que considerarlos en un marco de acciones “reivindicativas” y “festivas”. Algún “responsable” del Govern ha llegado a decir que no se intervino en el momento para no avivar las llamas y provocar un incendio mayor (esto sí que es un insulto a la inteligencia). ¿Lo diría metafóricamente o realmente se refería a las llamas que quemaban los retratos? Sea como sea:
NO PUEDE SER
- NO se puede permitir que una manifestación con tan alta densidad de energúmenos cometa acciones presuntamente delictivas ante las narices de la policía.
- NO se puede permitir que esos energúmenos vayan encapuchados por la calle, estén cometiendo delitos o no.
- NO se puede permitir (y menos en nombre de la libertad de expresión) que, ante la prensa y la policía, los energúmenos insulten e intenten agredir caprichosamente a militantes de un partido que están celebrando su reunión en su sede.
Nos parece que en un Estado de Derecho, faltaría más, se debe proteger al Jefe del Estado y al empresariado de la ciudad, de los envites de los gamberros, PERO NO ES SUFICIENTE:
- Dejar el dominio de la calle a los violentos es desproteger a los ciudadanos en el presente, y cada vez más en el futuro.
- Hubiéramos querido, como ciudadanos, sentirnos seguros ante los gamberros, y haber sido protegidos como se protegió a los que cenaron en Fontajau.
- Y esto debería ser tan sencillo, para empezar, como identificar (¡in situ, no en grabaciones de vídeo!) a los que cometen esas acciones, e igualmente impedírselo en el momento de cometerlas, sean contra personas o contra las cosas.
- Queremos que la policía defienda las libertades civiles, las de todos los ciudadanos, no sólo, como hace a veces, las de las autoridades. No queremos que sólo se limite a intervenir si hay violencia física, aunque aún así tampoco lo hace, porque demasiadas veces está en el momento equivocado, el lugar equivocado o mirando en la dirección equivocada. ¿La policía tiene olfato o sólo nariz? ¿Utiliza sus competencias? ¿Hay responsables de esto?
- Y finalmente, NO entra dentro del papel de una Conselleria d’Interior con competencias en seguridad “lamentar y condenar”, como dicen en su comunicado, unos hechos delictivos, ya que eso se sobreentiende. Pónganse a trabajar en serio para que estas cosas, sean “aisladas”, “reivindicativas”, “festivas”, o lo que sean, dejen de pasar, con la impunidad con que se han producido, tantas veces ya, en Gerona.
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