Vandersen
viernes, 30 de noviembre de 2007
Metástasis nacionalista
Hay que afrontar sin demora la posible Metástasis del cancer nacionalista en España. Los españoles que deseamos seguir siéndolo, y que aún somos por fortuna una abrumadora mayoría (¿hasta cuando?) hemos de entender lo que está sucediendo en este período aciago de nuestra historia común, porque si no sabemos lo que nos pasa, lo que se avecina será mucho peor de lo que imaginamos. Y lo que pasa es que nuestros dos grandes partidos nacionales han cedido a la tentación de un trueque fáustico: han entregado España a los nacionalistas a cambio del poder eterno. Una llamada a la responsabilidad ética, política y social, como respuesta frente al desmembramiento del Estado y sus posibles consecuencias que amenaza con dinamitar desde dentro las raíces democráticas que dan valor a la Constitución de 1978.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Frankfurt: una proposta cultural o una expedició política?
Uns quants milions d’euros, un nombre encara per conèixer de polítics i altres persones sense un lligam clar amb el que anomenem cultura o literatura, viatjant a Frankfurt a costa de l’erari públic, la utilització d’un esdeveniment cultural per “fer visible” el missatge polític nacionalista, amb les Joventuts Nacionalistes de Catalunya plantant pancartes sobre Catalunya i Espanya, retirades per la policia, la clara discriminació d’una part dels catalans, malgrat les idees dels organitzadors, en les decisions preses, etc.
Els amfitrions, sensibles als efectes perniciosos del nacionalisme, finalment ho han pogut confirmar. La Fira ha estat utilitzada com un instrument per fer política. És així com ens donem a conèixer fora? Ens tornaran a convidar expressament a aquest tipus de certàmens, o abans s’ho repensaran, si els convidats han d’aprofitar la cortesia dels amfitrions per obtenir benefici i publicitat pels seus projectes polítics, abans que pels culturals?
Podeu saber quin tractament ha rebut el tema a la premsa germana, amb aquesta sèrie de traduccions de diversos articles:
Els amfitrions, sensibles als efectes perniciosos del nacionalisme, finalment ho han pogut confirmar. La Fira ha estat utilitzada com un instrument per fer política. És així com ens donem a conèixer fora? Ens tornaran a convidar expressament a aquest tipus de certàmens, o abans s’ho repensaran, si els convidats han d’aprofitar la cortesia dels amfitrions per obtenir benefici i publicitat pels seus projectes polítics, abans que pels culturals?
Podeu saber quin tractament ha rebut el tema a la premsa germana, amb aquesta sèrie de traduccions de diversos articles:
miércoles, 28 de noviembre de 2007
La Europa de los pueblos
GERMAN-FOREIGN-POLICY.COM
Información sobre política exterior alemana: noticias + interviús + análisis + trasfondo
La Europa de los pueblos 15-10-2007
Frankfurt s.M./Barcelona/Estrasburgo (informe propio) – Los separatistas de varias regiones de España han aprovechado la Feria del Libro de Frankfurt para tomar acuerdos estratégicos. Tal como lo anunciaron algunos representantes oficiales de la región de Cataluña y de las Baleares en Frankfurt s.M. ante la prensa internacional, las dos regiones consolidarán institucionalmente su colaboración (cooperación en materia de política cultural). Se intentará que otra región - la franja costera que rodea la ciudad de Valencia - participe de esta cooperación, según declaró el vicepresidente de Cataluña. Éste se declara a favor de la separación de este territorio de España. Su partido es miembro de la alianza “European Free Alliance” (EFA) que aspira a revisar las fronteras en toda Europa - siguiendo el modelo de la ideología alemana de los “grupos étnicos” (“Volksgruppen”). La EFA y el partido del anterior ministro alemán de asuntos exteriores, Joseph Fischer (Bündnis 90/Los Verdes) forman una alianza de fracciones en el Parlamento Europeo. Según un mapa EFA difundido por Internet, España quedaría dividida en seis partes y Francia en cinco, Bélgica desaparece por completo. Partes de Suiza, partes de Italia y toda Austria serían alemanas. El objetivo común de Bündnis 90/Los Verdes y EFA es una “Unión europea de pueblos libres”.
Hispanofobia
Según comunicó en la Feria del Libro de Frankfurt el presidente del gobierno regional de las Islas Baleares, Francesc Antich, desea intensificar la “cooperación en materia de política cultural” con la región de Cataluña. {1} Esto se haría por medio del Instituto Ramón Llull (Barcelona), una institución oficial del gobierno regional catalán. Dicho Instituto es objeto de discusión en Barcelona, puesto que en la Feria del Libro de Frankfurt presenta exclusivamente aquellos autores que escriben en idioma catalán, dejando fuera a todos los autores de esa región administrativa del noreste de España que publican en castellano. Este instituto hispanófobo pretende representar en el futuro también a los artistas de otras provincias cuya pertenencia a la “cultura catalana” reclama desde ahora: se trata de las Islas Baleares y de la región de Valencia, donde se habla un dialecto catalán. El movimiento independentista también engulle el estado soberano de Andorra. La “Gran Cataluña”, a la que la Feria del Libro de Frankfurt ofreció bajo el manto de un “espacio lingüístico catalán” una tribuna internacional, abarca por tanto casi la mitad de la costa mediterránea española y llega a territorio francés (Perpiñán).
Partido europeo
Los secesionistas catalanes estaban representados en Frankfurt principalmente por Josep Lluís Carod-Rovira, vicepresidente de la región catalana y presidente del partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Éste reclama expresamente la separación de España y está organizado en una alianza europea de grupos separatistas, la “European Free Alliance” (EFA). La EFA incorpora partidos procedentes de 13 estados europeos, entre ellos el Scottish National Party (Gran Bretaña), el Partit Occitan (Francia) y la Unión por el Tirol Meridional (“Union für Südtirol”)(Italia). En esta alianza, fundada en 1981, figuran con calificación de observadores algunos partidos procedentes de otros tres estados europeos, habiéndose registrado la alianza desde 2004 en la UE como “Partido Político Europeo”.
Predominio alemán
La EFA está presente en el Parlamento Europeo con varios diputados y forma allí una fracción junto con los Partidos Verdes de la UE. Dentro de esta fracción, el partido (alemán) Bündnis 90/los Verdes ocupa una posición preponderante. 13 de los 42 diputados de la fracción son alemanes. Uno de los dos presidentes de la fracción es un antiguo compañero político del anterior ministro de asuntos exteriores Fischer. Una de los seis vicepresidentes y uno de los dos vicesecretarios generales pertenecen al partido alemán. En cuanto a competencias en las comisiones parlamentarias, los diputados alemanes se han asegurados la totalidad de los puestos importantes (entre otros: mercado interior, asuntos exteriores, seguridad y defensa). La alianza, dominada por los alemanes, declara que “la fracción “Los Verdes/Alianza Europea Libre” representa una unión de principios comunes”. Entre los principios de la fracción figura la intención de “formar una Unión Europea de Pueblos Libres”. {2}
“Pueblos Libres”
Las ideas de la “European Free Alliance” (EFA) en torno a una Europa de “pueblos libres” quedan expuestas en un mapa que la organización difunde por Internet. Se asemeja a un proyecto que ya figura por escrito desde hace algunos años (de ello informó german-foreign-policy.com {3}), aunque ahora se observan algunas ampliaciones que indican un proceso continuado de discusión. De su esfuerzo por dividir los países de la UE en territorios habitados por “pueblos”, ahora también ha sido víctima Polonia; en cuyo territorio se ha previsto un estatus especial para “Silesia”. España pierde las regiones del sur a favor de una unidad nueva (“Andalucía”). Fundamentalmente, la EFA está de acuerdo en que España debe ceder además “Galicia”, “Aragón” y el “País Vasco”, Francia pierde casi la mitad de su territorio (“Occitania”, “Bretaña”, “Alsacia”). Gran Bretaña también queda dividida, Bélgica desaparece del todo. En lo que ahora es territorio de soberanía española y francesa aparece la “Gran Cataluña” (que incluye las Baleares y Andorra). {4} La página web en cuyo portal de entrada figura el mapa secesionista, ha sido “financiada con ayuda del Parlamento Europeo”. {5} (La sección reproducida del mapa EFA muestra, entre otras, la situación de Cataluña).
Por segunda vez
Las revolucionarias revisiones de fronteras que la EFA tiene en mente se parecen en gran medida a los planes que habían proyectado y que en parte intentaron poner en práctica los nacionalsocialistas expertos en “grupos étnicos”. Todos los grandes estados europeos de la UE caen víctima de tales revisiones (Gran Bretaña, Francia, Italia, España, Polonia), con una sola excepción: Alemania ampliaría su territorio por segunda vez después de 1989, incorporándose Austria y partes de Suiza, Bélgica e Italia. Si se realizaran estas revisiones proyectadas, la lucha por la hegemonía dentro de la UE quedaría decidida definitivamente a favor de Berlín.
Un Tirol unido
Estas actividades amenazan actualmente no solamente a España, Francia (“País Vasco”) y Gran Bretaña {6}, sino también a Italia. Ciertas personalidades importantes del partido asociado a la EFA, la Unión por el Tirol Meridional, se han separado de ésta y han fundado una organización nueva: “Libertad para Tirol Meridional – Alianza Libre del Tirol” (“Südtiroler Freiheit – Freies Bündnis für Tirol”). Este grupo afirma que, según una encuesta, un 55% de los habitantes de la provincia del norte de Italia Bolzano-Alto Adige está a favor de la secesión de Italia, sobre todo la población menor de 30 años. {7} Además, un 54% de los habitantes de los territorios austríacos limítrofes (Tirol septentrional, Tirol oriental), desea una “reunificación del Tirol”. El partido “Südtiroler Freiheit” anuncia ahora que extenderá sus actividades “también al Tirol septentrional y oriental”, para impulsar como primer movimiento político de todo el Tirol en su conjunto la reunificación de todas las partes del Tirol“. {8} (La sección reproducida del mapa EFA muestra parte de la Alemania ampliada, con inclusión del “Tirol Meridional”).
Algo deseable
Los movimientos secesionistas españoles son seguidos con satisfacción por los separatistas noritalianos. En Bolzano (“Bozen”) dicen que “Tirol Meridional” podría “aprender mucho de Cataluña”. También están dispuestos a aprender del curso que seguirá la cuestión en la segunda región autonómica importante de España. “El movimiento SÚD-TIROLER FREIHEIT seguirá con atención los esfuerzos independentistas del País Vasco”, anuncia esta joven organización: “Saludamos el recorrido hacia la separación del País Vasco del estado español y deseamos lo mismo para el Tirol Meridional”. {9} De modo que los “grupos étnicos” europeos avanzan: con ayuda alemana y en dirección a una Europa dominada por los alemanes.
{1} Carod Rovira y Antich apoyan en Francfort integrar la cultura valenciana en la catalana; lasprovincias.es 11.10.2007, véase también Combate de lenguas
{2} Wer wir sind (“Quiénes somos”); www.greens-efa.org
{3} Véase al respecto Die neuen Grenzen Europas (“Las nuevas fronteras de Europa”)
{4} www.e-f-a.org. Para obtener el mapa completo, hágase clic sobre la sección del mapa que figura en la página de entrada.
{5} “Financed with the support of the European Parliament”; www.e-f-a.org.
{6} Allí se escuchan voces reclamando la secesión sobre todo en las partes escocesas del país.
{7}, {8} Movimiento por un Tirol unido (“Gesamttiroler Bewegung”): SÜD-TIROLER FREIHEIT actúa ahora también en Tirol Septentrional y Oriental; www.suedtiroler-freiheit.com/content/view/191/1
{9} Basken auf dem Weg in die Unabhängigkeit! Und Süd-Tirol? (“¡Los vascos camino de la independencia! ¿Y Tirol Meridional?”); www.suedtiroler-freiheit.com/content/view/174/38/
Información sobre política exterior alemana: noticias + interviús + análisis + trasfondo
La Europa de los pueblos 15-10-2007
Frankfurt s.M./Barcelona/Estrasburgo (informe propio) – Los separatistas de varias regiones de España han aprovechado la Feria del Libro de Frankfurt para tomar acuerdos estratégicos. Tal como lo anunciaron algunos representantes oficiales de la región de Cataluña y de las Baleares en Frankfurt s.M. ante la prensa internacional, las dos regiones consolidarán institucionalmente su colaboración (cooperación en materia de política cultural). Se intentará que otra región - la franja costera que rodea la ciudad de Valencia - participe de esta cooperación, según declaró el vicepresidente de Cataluña. Éste se declara a favor de la separación de este territorio de España. Su partido es miembro de la alianza “European Free Alliance” (EFA) que aspira a revisar las fronteras en toda Europa - siguiendo el modelo de la ideología alemana de los “grupos étnicos” (“Volksgruppen”). La EFA y el partido del anterior ministro alemán de asuntos exteriores, Joseph Fischer (Bündnis 90/Los Verdes) forman una alianza de fracciones en el Parlamento Europeo. Según un mapa EFA difundido por Internet, España quedaría dividida en seis partes y Francia en cinco, Bélgica desaparece por completo. Partes de Suiza, partes de Italia y toda Austria serían alemanas. El objetivo común de Bündnis 90/Los Verdes y EFA es una “Unión europea de pueblos libres”.
Hispanofobia
Según comunicó en la Feria del Libro de Frankfurt el presidente del gobierno regional de las Islas Baleares, Francesc Antich, desea intensificar la “cooperación en materia de política cultural” con la región de Cataluña. {1} Esto se haría por medio del Instituto Ramón Llull (Barcelona), una institución oficial del gobierno regional catalán. Dicho Instituto es objeto de discusión en Barcelona, puesto que en la Feria del Libro de Frankfurt presenta exclusivamente aquellos autores que escriben en idioma catalán, dejando fuera a todos los autores de esa región administrativa del noreste de España que publican en castellano. Este instituto hispanófobo pretende representar en el futuro también a los artistas de otras provincias cuya pertenencia a la “cultura catalana” reclama desde ahora: se trata de las Islas Baleares y de la región de Valencia, donde se habla un dialecto catalán. El movimiento independentista también engulle el estado soberano de Andorra. La “Gran Cataluña”, a la que la Feria del Libro de Frankfurt ofreció bajo el manto de un “espacio lingüístico catalán” una tribuna internacional, abarca por tanto casi la mitad de la costa mediterránea española y llega a territorio francés (Perpiñán).
Partido europeo
Los secesionistas catalanes estaban representados en Frankfurt principalmente por Josep Lluís Carod-Rovira, vicepresidente de la región catalana y presidente del partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Éste reclama expresamente la separación de España y está organizado en una alianza europea de grupos separatistas, la “European Free Alliance” (EFA). La EFA incorpora partidos procedentes de 13 estados europeos, entre ellos el Scottish National Party (Gran Bretaña), el Partit Occitan (Francia) y la Unión por el Tirol Meridional (“Union für Südtirol”)(Italia). En esta alianza, fundada en 1981, figuran con calificación de observadores algunos partidos procedentes de otros tres estados europeos, habiéndose registrado la alianza desde 2004 en la UE como “Partido Político Europeo”.
Predominio alemán
La EFA está presente en el Parlamento Europeo con varios diputados y forma allí una fracción junto con los Partidos Verdes de la UE. Dentro de esta fracción, el partido (alemán) Bündnis 90/los Verdes ocupa una posición preponderante. 13 de los 42 diputados de la fracción son alemanes. Uno de los dos presidentes de la fracción es un antiguo compañero político del anterior ministro de asuntos exteriores Fischer. Una de los seis vicepresidentes y uno de los dos vicesecretarios generales pertenecen al partido alemán. En cuanto a competencias en las comisiones parlamentarias, los diputados alemanes se han asegurados la totalidad de los puestos importantes (entre otros: mercado interior, asuntos exteriores, seguridad y defensa). La alianza, dominada por los alemanes, declara que “la fracción “Los Verdes/Alianza Europea Libre” representa una unión de principios comunes”. Entre los principios de la fracción figura la intención de “formar una Unión Europea de Pueblos Libres”. {2}
“Pueblos Libres”
Las ideas de la “European Free Alliance” (EFA) en torno a una Europa de “pueblos libres” quedan expuestas en un mapa que la organización difunde por Internet. Se asemeja a un proyecto que ya figura por escrito desde hace algunos años (de ello informó german-foreign-policy.com {3}), aunque ahora se observan algunas ampliaciones que indican un proceso continuado de discusión. De su esfuerzo por dividir los países de la UE en territorios habitados por “pueblos”, ahora también ha sido víctima Polonia; en cuyo territorio se ha previsto un estatus especial para “Silesia”. España pierde las regiones del sur a favor de una unidad nueva (“Andalucía”). Fundamentalmente, la EFA está de acuerdo en que España debe ceder además “Galicia”, “Aragón” y el “País Vasco”, Francia pierde casi la mitad de su territorio (“Occitania”, “Bretaña”, “Alsacia”). Gran Bretaña también queda dividida, Bélgica desaparece del todo. En lo que ahora es territorio de soberanía española y francesa aparece la “Gran Cataluña” (que incluye las Baleares y Andorra). {4} La página web en cuyo portal de entrada figura el mapa secesionista, ha sido “financiada con ayuda del Parlamento Europeo”. {5} (La sección reproducida del mapa EFA muestra, entre otras, la situación de Cataluña).
Por segunda vez
Las revolucionarias revisiones de fronteras que la EFA tiene en mente se parecen en gran medida a los planes que habían proyectado y que en parte intentaron poner en práctica los nacionalsocialistas expertos en “grupos étnicos”. Todos los grandes estados europeos de la UE caen víctima de tales revisiones (Gran Bretaña, Francia, Italia, España, Polonia), con una sola excepción: Alemania ampliaría su territorio por segunda vez después de 1989, incorporándose Austria y partes de Suiza, Bélgica e Italia. Si se realizaran estas revisiones proyectadas, la lucha por la hegemonía dentro de la UE quedaría decidida definitivamente a favor de Berlín.
Un Tirol unido
Estas actividades amenazan actualmente no solamente a España, Francia (“País Vasco”) y Gran Bretaña {6}, sino también a Italia. Ciertas personalidades importantes del partido asociado a la EFA, la Unión por el Tirol Meridional, se han separado de ésta y han fundado una organización nueva: “Libertad para Tirol Meridional – Alianza Libre del Tirol” (“Südtiroler Freiheit – Freies Bündnis für Tirol”). Este grupo afirma que, según una encuesta, un 55% de los habitantes de la provincia del norte de Italia Bolzano-Alto Adige está a favor de la secesión de Italia, sobre todo la población menor de 30 años. {7} Además, un 54% de los habitantes de los territorios austríacos limítrofes (Tirol septentrional, Tirol oriental), desea una “reunificación del Tirol”. El partido “Südtiroler Freiheit” anuncia ahora que extenderá sus actividades “también al Tirol septentrional y oriental”, para impulsar como primer movimiento político de todo el Tirol en su conjunto la reunificación de todas las partes del Tirol“. {8} (La sección reproducida del mapa EFA muestra parte de la Alemania ampliada, con inclusión del “Tirol Meridional”).
Algo deseable
Los movimientos secesionistas españoles son seguidos con satisfacción por los separatistas noritalianos. En Bolzano (“Bozen”) dicen que “Tirol Meridional” podría “aprender mucho de Cataluña”. También están dispuestos a aprender del curso que seguirá la cuestión en la segunda región autonómica importante de España. “El movimiento SÚD-TIROLER FREIHEIT seguirá con atención los esfuerzos independentistas del País Vasco”, anuncia esta joven organización: “Saludamos el recorrido hacia la separación del País Vasco del estado español y deseamos lo mismo para el Tirol Meridional”. {9} De modo que los “grupos étnicos” europeos avanzan: con ayuda alemana y en dirección a una Europa dominada por los alemanes.
{1} Carod Rovira y Antich apoyan en Francfort integrar la cultura valenciana en la catalana; lasprovincias.es 11.10.2007, véase también Combate de lenguas
{2} Wer wir sind (“Quiénes somos”); www.greens-efa.org
{3} Véase al respecto Die neuen Grenzen Europas (“Las nuevas fronteras de Europa”)
{4} www.e-f-a.org. Para obtener el mapa completo, hágase clic sobre la sección del mapa que figura en la página de entrada.
{5} “Financed with the support of the European Parliament”; www.e-f-a.org.
{6} Allí se escuchan voces reclamando la secesión sobre todo en las partes escocesas del país.
{7}, {8} Movimiento por un Tirol unido (“Gesamttiroler Bewegung”): SÜD-TIROLER FREIHEIT actúa ahora también en Tirol Septentrional y Oriental; www.suedtiroler-freiheit.com/content/view/191/1
{9} Basken auf dem Weg in die Unabhängigkeit! Und Süd-Tirol? (“¡Los vascos camino de la independencia! ¿Y Tirol Meridional?”); www.suedtiroler-freiheit.com/content/view/174/38/
El Gobierno aprieta las clavijas lingüísticas
taz-de 08-10-2007
Cataluña
El Gobierno aprieta las clavijas lingüísticas
El martes se inaugura la Feria del Libro – con Cataluña como región cultural invitada. Pero todo el que escribe o emite allí en castellano, lo tiene mal.
Por Reiner Wandler
(Foto no mostrada)
Lo catalán tiene prioridad: venta de libros en Barcelona. Foto: dpa
Cristina Peri Rossi ya no entiende el mundo. La escritora uruguaya, luchadora por la democracia y los derechos civiles, tiene que ver ahora cómo pierde su encargo de participación en ciertos debates radiofónicos a causa de su idioma. Catalunya Radio, la radioemisora oficial de la región autonómica del noreste de España, la que rodea Barcelona, ha despedido a Peri Rossi. El motivo: en la radio utiliza sólo el idioma castellano, y no la lengua regional, el catalán.
En los últimos años, esto nunca fue un problema en dicha región bilingüe. Pero ahora el gobierno autonómico aprieta las clavijas de un nacionalismo radical. Todo el que no sepa hablar catalán representa un estorbo para ese gobierno, compuesto de socialistas, que también gobiernan en Madrid, postcomunistas, y ERC, el partido Ezquerra Republicana de Catalunya. “En las bases programáticas de la radio se establece que el catalán tiene prioridad, pero no que el castellano esté prohibido”, se queja Peri Rossi, con quien se han solidarizado centenares de intelectuales, escritores y profesores universitarios de todo el mundo. Entre ellos autores tan renombrados como el poeta Mario Benedetti, la editora Esther Tusquets o el filósofo Fernando Savater.
La autora Peri Rossi, que hace más de 30 años vive en Cataluña, y que en sus emisiones radiofónicas siempre ha defendido la cultura catalana, es la víctima más conocida de esta política, pero no es la única. “En Cataluña, mucha gente tiene miedo”, dice Peri Rossi, que conoce otros casos como el suyo. Con una diferencia: los afectados no lo dicen en público, por temor a perjudicar definitivamente su futuro profesional.
El gobierno residente en Barcelona vigila la pureza lingüística también entre los autores. Cataluña y su cultura es este año la región invitada en la Feria del Libro de Frankfurt. Se espera la asistencia de 103 escritores, 250 editoriales y 1.800 personas activas en la vida cultural. Pero todo esto adolece de un defecto de imagen: el que es catalán, pero escribe en castellano, no participa.
Josep Bargalló, director del Instituto Ramon Llull (IRL), una especie de Goethe-Institut catalán y responsable de esta presentación en la Feria del Libro, había previsto para estos otros autores un papel subordinado. Unos 30 autores se negaron a acudir en tales condiciones, entre ellos los escritores más famosos de Cataluña, como Eduardo Mendoza (“La ciudad de los prodigios”, “La elección de Mauricio”) y Carlos Ruiz Zafón (“La sombra del viento”, “Marina”).
La Feria del Libro ha sido víctima de un “secuestro político”, se queja Antoni Comas, presidente de la asociación de editores más importante de Cataluña. Al fin y al cabo, la elección de la cultura catalana “no se había decidido por su idioma, sino por la importancia sobresaliente de su industria editorial”. Más de un tercio de las editoriales españolas tiene su sede en Cataluña. La capital catalana, Barcelona, es junto a Madrid la sede editorial más importante de España. Y de las 260 editoriales catalanas que existen, la mayoría publica en ambas lenguas.
En el parlamento regional, en cambio, la coalición del gobierno y el partido también nacionalista de la oposición, CIU, bendicen la forma de proceder del IRL. “Las literaturas nacionales siempre excluyen a las demás”, defiende la diputada de ERC y escritora en catalán María Mercè Roca ese proceder. “Lo que eso oculta es una xenofobia cultural”, le opone el diputado Antonio Robles del partido antinacionalista Ciutadans: él afirma que “el bilingüismo es una de esas realidades vergonzosas que internamente se aceptan, porque no hay otro remedio. Pero les gusta ocultarlo al exterior.”
Y eso que en el fondo, los catalanes están en buena compañía. El filólogo Ramon Llull, el que da su nombre al Instituto de Cultura catalán, era personalmente un mestizo cultural. Además del catalán hablaba otros seis idiomas, y escribía en catalán, en castellano - y en árabe.
Cataluña
El Gobierno aprieta las clavijas lingüísticas
El martes se inaugura la Feria del Libro – con Cataluña como región cultural invitada. Pero todo el que escribe o emite allí en castellano, lo tiene mal.
Por Reiner Wandler
(Foto no mostrada)
Lo catalán tiene prioridad: venta de libros en Barcelona. Foto: dpa
Cristina Peri Rossi ya no entiende el mundo. La escritora uruguaya, luchadora por la democracia y los derechos civiles, tiene que ver ahora cómo pierde su encargo de participación en ciertos debates radiofónicos a causa de su idioma. Catalunya Radio, la radioemisora oficial de la región autonómica del noreste de España, la que rodea Barcelona, ha despedido a Peri Rossi. El motivo: en la radio utiliza sólo el idioma castellano, y no la lengua regional, el catalán.
En los últimos años, esto nunca fue un problema en dicha región bilingüe. Pero ahora el gobierno autonómico aprieta las clavijas de un nacionalismo radical. Todo el que no sepa hablar catalán representa un estorbo para ese gobierno, compuesto de socialistas, que también gobiernan en Madrid, postcomunistas, y ERC, el partido Ezquerra Republicana de Catalunya. “En las bases programáticas de la radio se establece que el catalán tiene prioridad, pero no que el castellano esté prohibido”, se queja Peri Rossi, con quien se han solidarizado centenares de intelectuales, escritores y profesores universitarios de todo el mundo. Entre ellos autores tan renombrados como el poeta Mario Benedetti, la editora Esther Tusquets o el filósofo Fernando Savater.
La autora Peri Rossi, que hace más de 30 años vive en Cataluña, y que en sus emisiones radiofónicas siempre ha defendido la cultura catalana, es la víctima más conocida de esta política, pero no es la única. “En Cataluña, mucha gente tiene miedo”, dice Peri Rossi, que conoce otros casos como el suyo. Con una diferencia: los afectados no lo dicen en público, por temor a perjudicar definitivamente su futuro profesional.
El gobierno residente en Barcelona vigila la pureza lingüística también entre los autores. Cataluña y su cultura es este año la región invitada en la Feria del Libro de Frankfurt. Se espera la asistencia de 103 escritores, 250 editoriales y 1.800 personas activas en la vida cultural. Pero todo esto adolece de un defecto de imagen: el que es catalán, pero escribe en castellano, no participa.
Josep Bargalló, director del Instituto Ramon Llull (IRL), una especie de Goethe-Institut catalán y responsable de esta presentación en la Feria del Libro, había previsto para estos otros autores un papel subordinado. Unos 30 autores se negaron a acudir en tales condiciones, entre ellos los escritores más famosos de Cataluña, como Eduardo Mendoza (“La ciudad de los prodigios”, “La elección de Mauricio”) y Carlos Ruiz Zafón (“La sombra del viento”, “Marina”).
La Feria del Libro ha sido víctima de un “secuestro político”, se queja Antoni Comas, presidente de la asociación de editores más importante de Cataluña. Al fin y al cabo, la elección de la cultura catalana “no se había decidido por su idioma, sino por la importancia sobresaliente de su industria editorial”. Más de un tercio de las editoriales españolas tiene su sede en Cataluña. La capital catalana, Barcelona, es junto a Madrid la sede editorial más importante de España. Y de las 260 editoriales catalanas que existen, la mayoría publica en ambas lenguas.
En el parlamento regional, en cambio, la coalición del gobierno y el partido también nacionalista de la oposición, CIU, bendicen la forma de proceder del IRL. “Las literaturas nacionales siempre excluyen a las demás”, defiende la diputada de ERC y escritora en catalán María Mercè Roca ese proceder. “Lo que eso oculta es una xenofobia cultural”, le opone el diputado Antonio Robles del partido antinacionalista Ciutadans: él afirma que “el bilingüismo es una de esas realidades vergonzosas que internamente se aceptan, porque no hay otro remedio. Pero les gusta ocultarlo al exterior.”
Y eso que en el fondo, los catalanes están en buena compañía. El filólogo Ramon Llull, el que da su nombre al Instituto de Cultura catalán, era personalmente un mestizo cultural. Además del catalán hablaba otros seis idiomas, y escribía en catalán, en castellano - y en árabe.
Un poco de tótem y tabú y por lo demás, armonía pura
Neue Zürcher Zeitung – Feuilleton – Lunes, 24 Septiembre 2007 – Nº 221
Un poco de tótem y tabú y por lo demás, armonía pura
Dos escritores de Cataluña opinan acerca de la pregunta por su idioma
En el día a día, la sociedad catalana tiene un trato claramente distendido con su bilingüismo. La invitación cursada a la ”cultura catalana” para que asista como invitada de honor a la Feria del Libro de Frankfurt revela ahora zonas de conflicto tabuizadas que también aparecen en los textos abajo reproducidos de Quim Monzó y Javier Cercás. Ambos autores opinan acerca de la pregunta ¿Por qué escribe usted en catalán, resp. en castellano?
Se ha ganado el aula, se ha perdido el patio: ésta es la fórmula poco halagüeña con la que podría definirse, afilando el tono, la situación actual de la lengua catalana. La escolarización en catalán, aunque no sancionada por la ley, y no obstante obligatoria en la práctica, ha dado lugar a que hoy en día un 95% de la población al menos entienda ambos idiomas. A la paz lingüística contribuye el carácter conciliador de los que por origen son catalanoparlantes, que suelen pasar espontáneamente al castellano cuando resulta útil para entenderse. Al revés, la población castellanoparlante asume sin grandes protestas la preferencia oficial que se otorga al catalán, incluso cuando esa política lingüística tiende a despegarse de la realidad, como demuestra el caso de Frankfurt (NZZ 26-3 y 21-6-o7). La controversia que da entrada a la presentación en la Feria del Libro ha pasado a formar parte, según indica el editor Gonzalo Pontón, de la “historia universal de la estupidez”.
“Original y universal”
La resignación de los perdedores se alivia con una pizca de malicia al ver que los nacionalistas de Cataluña intenta explicarle al mundo literario universal que la cultura catalana es “original y universal” -véase el lema¬- precisamente porque excluye a sus autores más renombrados actuando de policía lingüística. Lo hace contraviniendo los intereses de un sector editorial que en la propia Cataluña tiene un 80% de ventas precisamente en lengua castellana y sin cuya profesionalidad marcada no existiría en Frankfurt esa presencia honorífica catalana. Por desgracia, en la lista de los 101 autores oficialmente invitados no solamente faltan todos los que escriben en lengua castellana; tampoco hay ni un ensayista, ni un filósofo, ni un nombre dedicado a las ciencias humanísticas u otras. Como si la intención hubiese sido demostrar al mundo la originalidad del catalanismo precisamente a través de la perfección de su cerrazón intelectual.
Esta situación tan penosa ¿se debe únicamente a un pequeño fallo mental? Claro que podría calificarse de “literatura catalana” precisamente la que está redactada en ese idioma. Pero lo que es huésped de honor en Frankfurt es la “cultura catalana” y este concepto no se agota en la visión patriotera de una casta política que ha impuesto a bombo y platillo y con sorprendente desfachatez esa imagen pacífica que no representa otra cosa que su propia simpleza. Una imagen desfigurada con una ideología detrás que a pesar del programa acompañante, suministrado a toda prisa, creemos que precisamente en Alemania encontrará poca comprensión. Pero por áspera que sea la crítica que llega desde fuera, los fieles devotos consideran que su lengua es un tótem, el espíritu protector de su identidad o al menos una especie de emblema familiar.
Uno de estos fieles proclamó recientemente en “El País” que “un país como Suiza jamás sería invitado a Frankfurt porque al ser una nación de varias lenguas, en sentido cultural no existe”. En lugar de hablar con la lengua tan suelta habría podido enterarse con facilidad de que Suiza estuvo presente en la Feria del Libro, en 1998, con las cuatro lenguas de su país. Anotemos desde un punto de vista menos autocomplaciente que la India estuvo presente el año pasado con apenas 70 autores que representaban a gran parte de los 24 idiomas oficiales. En comparación, la presencia catalana tiene tantos visos de prepotencia como de estrechez mental. Como si el déficit de simpatía que padece su lengua en España fuese encima algo digno de exportar.
Saludos de Bartleby
La ironía con la que Quim Monzó responde a la pregunta de por qué escribe en catalán aparece teñida de una leve tensión ofendida. En España, difícilmente se atrevería alguien a planteársela tan abiertamente. Pero precisamente por su candidez es por lo que toca tabúes, alrededor de los cuales el contrario de Monzó en materia de lengua de escritura, Javier Cercas, prefiere dar un cuidadoso rodeo antes de expresar quién azuza periódicamente las divergencias que se ocultan en el modelo lingüístico catalán: por un lado el nacionalismo español, por otro lado el nacionalismo catalán. Situados entre estos dos extremos es donde precisamente los escritores que en Cataluña escriben en castellano sienten malestar.
Antes de que Cercas estuviese dispuesto a tocar el tema, haciendo un visible esfuerzo por no disgustar a nadie, hubo dos negativas que nos hicieron comprender qué difícil resulta incluso para dos autores tan asentados como Eduardo Mendoza y Enrique Vila-Matas. Dispensados de participar en el “circo” de Frankfurt (cosa que aceptan sin quejarse) pretenden hacernos ver que prefieren no tener nada que ver con todo eso. Saludos de Bartleby. Finalmente, Vila-Matas se vuelve un poco más explícito y nos menciona los motivos por los cuales ha preferido no responder a la pregunta. Por un lado, sería el temor a ser malinterpretado por quienes defienden la lengua catalana. Pero peor sería la perspectiva de verse citado al día siguiente en “La Razón”, un diario madrileño que rebosa de ánimo patriotero y no deja escapar ocasión alguna para lanzar reproches a sus congéneres espirituales catalanes. Tales son los embrollos en los que puede uno encontrarse en medio de una coexistencia libre y pacífica de las lenguas: prisioneros dentro de la armonía. (Markus Jacob)
(N.d.T.: Siguen las dos respuestas de Quim Monzó y de Javier Cercas a la pregunta del periodista. No las traduzco, porque me parece una irreverencia intentar retraducir esos dos textos a su idioma original. En resumen, ambos vienen a decir que es una pregunta algo tonta, pues cada uno prefiere escribir en el idioma que mejor sabe utilizar).
Un poco de tótem y tabú y por lo demás, armonía pura
Dos escritores de Cataluña opinan acerca de la pregunta por su idioma
En el día a día, la sociedad catalana tiene un trato claramente distendido con su bilingüismo. La invitación cursada a la ”cultura catalana” para que asista como invitada de honor a la Feria del Libro de Frankfurt revela ahora zonas de conflicto tabuizadas que también aparecen en los textos abajo reproducidos de Quim Monzó y Javier Cercás. Ambos autores opinan acerca de la pregunta ¿Por qué escribe usted en catalán, resp. en castellano?
Se ha ganado el aula, se ha perdido el patio: ésta es la fórmula poco halagüeña con la que podría definirse, afilando el tono, la situación actual de la lengua catalana. La escolarización en catalán, aunque no sancionada por la ley, y no obstante obligatoria en la práctica, ha dado lugar a que hoy en día un 95% de la población al menos entienda ambos idiomas. A la paz lingüística contribuye el carácter conciliador de los que por origen son catalanoparlantes, que suelen pasar espontáneamente al castellano cuando resulta útil para entenderse. Al revés, la población castellanoparlante asume sin grandes protestas la preferencia oficial que se otorga al catalán, incluso cuando esa política lingüística tiende a despegarse de la realidad, como demuestra el caso de Frankfurt (NZZ 26-3 y 21-6-o7). La controversia que da entrada a la presentación en la Feria del Libro ha pasado a formar parte, según indica el editor Gonzalo Pontón, de la “historia universal de la estupidez”.
“Original y universal”
La resignación de los perdedores se alivia con una pizca de malicia al ver que los nacionalistas de Cataluña intenta explicarle al mundo literario universal que la cultura catalana es “original y universal” -véase el lema¬- precisamente porque excluye a sus autores más renombrados actuando de policía lingüística. Lo hace contraviniendo los intereses de un sector editorial que en la propia Cataluña tiene un 80% de ventas precisamente en lengua castellana y sin cuya profesionalidad marcada no existiría en Frankfurt esa presencia honorífica catalana. Por desgracia, en la lista de los 101 autores oficialmente invitados no solamente faltan todos los que escriben en lengua castellana; tampoco hay ni un ensayista, ni un filósofo, ni un nombre dedicado a las ciencias humanísticas u otras. Como si la intención hubiese sido demostrar al mundo la originalidad del catalanismo precisamente a través de la perfección de su cerrazón intelectual.
Esta situación tan penosa ¿se debe únicamente a un pequeño fallo mental? Claro que podría calificarse de “literatura catalana” precisamente la que está redactada en ese idioma. Pero lo que es huésped de honor en Frankfurt es la “cultura catalana” y este concepto no se agota en la visión patriotera de una casta política que ha impuesto a bombo y platillo y con sorprendente desfachatez esa imagen pacífica que no representa otra cosa que su propia simpleza. Una imagen desfigurada con una ideología detrás que a pesar del programa acompañante, suministrado a toda prisa, creemos que precisamente en Alemania encontrará poca comprensión. Pero por áspera que sea la crítica que llega desde fuera, los fieles devotos consideran que su lengua es un tótem, el espíritu protector de su identidad o al menos una especie de emblema familiar.
Uno de estos fieles proclamó recientemente en “El País” que “un país como Suiza jamás sería invitado a Frankfurt porque al ser una nación de varias lenguas, en sentido cultural no existe”. En lugar de hablar con la lengua tan suelta habría podido enterarse con facilidad de que Suiza estuvo presente en la Feria del Libro, en 1998, con las cuatro lenguas de su país. Anotemos desde un punto de vista menos autocomplaciente que la India estuvo presente el año pasado con apenas 70 autores que representaban a gran parte de los 24 idiomas oficiales. En comparación, la presencia catalana tiene tantos visos de prepotencia como de estrechez mental. Como si el déficit de simpatía que padece su lengua en España fuese encima algo digno de exportar.
Saludos de Bartleby
La ironía con la que Quim Monzó responde a la pregunta de por qué escribe en catalán aparece teñida de una leve tensión ofendida. En España, difícilmente se atrevería alguien a planteársela tan abiertamente. Pero precisamente por su candidez es por lo que toca tabúes, alrededor de los cuales el contrario de Monzó en materia de lengua de escritura, Javier Cercas, prefiere dar un cuidadoso rodeo antes de expresar quién azuza periódicamente las divergencias que se ocultan en el modelo lingüístico catalán: por un lado el nacionalismo español, por otro lado el nacionalismo catalán. Situados entre estos dos extremos es donde precisamente los escritores que en Cataluña escriben en castellano sienten malestar.
Antes de que Cercas estuviese dispuesto a tocar el tema, haciendo un visible esfuerzo por no disgustar a nadie, hubo dos negativas que nos hicieron comprender qué difícil resulta incluso para dos autores tan asentados como Eduardo Mendoza y Enrique Vila-Matas. Dispensados de participar en el “circo” de Frankfurt (cosa que aceptan sin quejarse) pretenden hacernos ver que prefieren no tener nada que ver con todo eso. Saludos de Bartleby. Finalmente, Vila-Matas se vuelve un poco más explícito y nos menciona los motivos por los cuales ha preferido no responder a la pregunta. Por un lado, sería el temor a ser malinterpretado por quienes defienden la lengua catalana. Pero peor sería la perspectiva de verse citado al día siguiente en “La Razón”, un diario madrileño que rebosa de ánimo patriotero y no deja escapar ocasión alguna para lanzar reproches a sus congéneres espirituales catalanes. Tales son los embrollos en los que puede uno encontrarse en medio de una coexistencia libre y pacífica de las lenguas: prisioneros dentro de la armonía. (Markus Jacob)
(N.d.T.: Siguen las dos respuestas de Quim Monzó y de Javier Cercas a la pregunta del periodista. No las traduzco, porque me parece una irreverencia intentar retraducir esos dos textos a su idioma original. En resumen, ambos vienen a decir que es una pregunta algo tonta, pues cada uno prefiere escribir en el idioma que mejor sabe utilizar).
Cómo una Feria del Libro acaba en tema político
WELT ONLINE
12 de Junio de 2007
Cómo una Feria del Libro acaba en tema político
Esta año, Cataluña será el país invitado a la Feria del Libro de Frankfurt y se está discutiendo en qué idioma debe presentarse. Parece que muchos autores catalanes aprovechan la Feria como tribuna política. Para otros, el evento no es más que una pérdida de tiempo.
(Foto no mostrada)
Banderas catalanas en Barcelona. Muchos catalanes se sienten orgullosos de su herencia cultural, en especial de su lengua.
El que 22 (¡) años después de la muerte de Franco las tensiones entre las regiones autónomas españolas y Madrid hubieran llegado a su fin, sigue siendo un deseo piadoso. Tan sólo hace una semana que el grupo terrorista vasco ETA anuló una tregua que de todos modos no había cumplido.
Claro que la exigencia de una autonomía aún mayor en Cataluña no puede compararse de ningún modo con el proceder alevoso, por violento, de los separatistas en el País Vasco. Pero también en la segunda región más rica de España la salvaguarda y la “defensa” de la cultura propia es un tema altamente sensible y de gran resonancia. Y como en cualquier otra parte del mundo, hay un signo específico de esta cultura que tiene un papel preponderante, porque otorga identidad como no lo hace ningún otro: la lengua.
Los catalanes, “protagonistas principales”
Así se lo hicieron saber a los organizadores de la Feria del Libro de Frankfurt que pretenden presentar el miércoles, en la “Casa de la Literatura” de Frankfurt, al invitado de honor de este año: Cataluña. La cuestión de si Cataluña debe presentarse en Frankfurt con su rostro más polifacético, es decir, también con sus autores que escriben en castellano, hace meses que calienta los ánimos en la ciudad de Gaudí. La lista de los invitados a Frankfurt se ha convertido en una aceitera cuyo contenido se vierte a poco a poco en el fuego encendido del debate cultural.
En el centro del debate se sitúa el Instituto de Cultura Ramon Llull, que organiza por encargo del gobierno catalán, la Generalitat, la presentación en la Feria del Libro. Al pedirle aclaración a finales de la semana pasada, sólo dieron la breve respuesta de que el miércoles ofrecerían a Alemania una lista de unos 130 autores. No hubo respuesta a la pregunta de si participarían escritores en castellano. “La cultura catalana será en Frankfurt la protagonista principal”, decía la breve información.
Cataluña, una finca particular dentro de España
Existen dentro y alrededor de Cataluña suficientes defensores de todos los matices en el apasionado y permanente debate acerca de la situación de igualdad o de prevalencia de uno de los dos idiomas co-oficiales, el catalán y el castellano. En las páginas de Internet del diario “La Vanguardia”, que se edita en Barcelona en castellano, se registra una discusión apasionada que se manifiesta día a día. Uno de los que intervienen en este foro expresa, naturalmente en castellano, su enfado con estas palabras: “Vosotros, los catalanistas, creéis que Cataluña es vuestra finca particular”. “En Cataluña hay muchos que no hablan más que un solo idioma, y esos son los castellanoparlantes”, le devuelve el golpe un catalán.
Los que organizan la Feria del Libro puede que, en vista de esta polémica que no cesa, se arrepientan ahora de haber invitado a los españoles catalanes. Pues las sensibilidades linguales van mucho más allá del día a día, y se han convertido en una prenda con la que los políticos intentan ir a la caza de votos. Mientras tanto, Josep Lluis Carod Rovira, vicepresidente del gobierno catalán, se ha hecho cargo personalmente de dirigir la comisión del evento de Frankfurt. Carod es dirigente máximo del partido ERC, un partido nacionalista de izquierdas –algunos preferirán decir separatista de izquierdas-.
(Foto no mostrada) Algunos catalanes exigen la independencia de Cataluña, separándose de España. Los “grafittis”, como éste que mostramos de Girona, son uno de los medios expresivos preferidos.
Para muchos catalanes, la Feria del Libro es “una pérdida de tiempo”
Los escritores también contribuyen a la disputa. El catalán Carlos Ruiz-Zafón, que escribe en castellano y consiguió con “La sombra del viento” un éxito mundial, asegura con malicia que la Feria del Libro de Frankfurt no representa más que una “pérdida de tiempo”. Su colega Sergi Pamies, que escribe en catalán, uno de los pocos que ya disponen de invitación oficial a Frankfurt, la ha rechazado. Asegura no poder publicar las razones “porque iría directo a la cárcel”, afirma por la radio. Indirectamente ha hecho saber además que no piensa admitir que le hagan tirar del carro nacionalista. Y que, además, lo de Frankfurt no tiene mucha importancia. Y Eduardo Mendoza, un autor de bestsellers en castellano, “se interesaría más bien por la Escuela de Frankfurt que por la Feria del Libro de Frankfurt”.
Sean cuales sean los nombres que los catalanes den a conocer mañana en Frankfurt, parece que el mal ya está hecho. Después de tantas discusiones, asegura Mendoza, todos han quedado agotados ya antes de iniciada la Feria.
12 de Junio de 2007
Cómo una Feria del Libro acaba en tema político
Esta año, Cataluña será el país invitado a la Feria del Libro de Frankfurt y se está discutiendo en qué idioma debe presentarse. Parece que muchos autores catalanes aprovechan la Feria como tribuna política. Para otros, el evento no es más que una pérdida de tiempo.
(Foto no mostrada)
Banderas catalanas en Barcelona. Muchos catalanes se sienten orgullosos de su herencia cultural, en especial de su lengua.
El que 22 (¡) años después de la muerte de Franco las tensiones entre las regiones autónomas españolas y Madrid hubieran llegado a su fin, sigue siendo un deseo piadoso. Tan sólo hace una semana que el grupo terrorista vasco ETA anuló una tregua que de todos modos no había cumplido.
Claro que la exigencia de una autonomía aún mayor en Cataluña no puede compararse de ningún modo con el proceder alevoso, por violento, de los separatistas en el País Vasco. Pero también en la segunda región más rica de España la salvaguarda y la “defensa” de la cultura propia es un tema altamente sensible y de gran resonancia. Y como en cualquier otra parte del mundo, hay un signo específico de esta cultura que tiene un papel preponderante, porque otorga identidad como no lo hace ningún otro: la lengua.
Los catalanes, “protagonistas principales”
Así se lo hicieron saber a los organizadores de la Feria del Libro de Frankfurt que pretenden presentar el miércoles, en la “Casa de la Literatura” de Frankfurt, al invitado de honor de este año: Cataluña. La cuestión de si Cataluña debe presentarse en Frankfurt con su rostro más polifacético, es decir, también con sus autores que escriben en castellano, hace meses que calienta los ánimos en la ciudad de Gaudí. La lista de los invitados a Frankfurt se ha convertido en una aceitera cuyo contenido se vierte a poco a poco en el fuego encendido del debate cultural.
En el centro del debate se sitúa el Instituto de Cultura Ramon Llull, que organiza por encargo del gobierno catalán, la Generalitat, la presentación en la Feria del Libro. Al pedirle aclaración a finales de la semana pasada, sólo dieron la breve respuesta de que el miércoles ofrecerían a Alemania una lista de unos 130 autores. No hubo respuesta a la pregunta de si participarían escritores en castellano. “La cultura catalana será en Frankfurt la protagonista principal”, decía la breve información.
Cataluña, una finca particular dentro de España
Existen dentro y alrededor de Cataluña suficientes defensores de todos los matices en el apasionado y permanente debate acerca de la situación de igualdad o de prevalencia de uno de los dos idiomas co-oficiales, el catalán y el castellano. En las páginas de Internet del diario “La Vanguardia”, que se edita en Barcelona en castellano, se registra una discusión apasionada que se manifiesta día a día. Uno de los que intervienen en este foro expresa, naturalmente en castellano, su enfado con estas palabras: “Vosotros, los catalanistas, creéis que Cataluña es vuestra finca particular”. “En Cataluña hay muchos que no hablan más que un solo idioma, y esos son los castellanoparlantes”, le devuelve el golpe un catalán.
Los que organizan la Feria del Libro puede que, en vista de esta polémica que no cesa, se arrepientan ahora de haber invitado a los españoles catalanes. Pues las sensibilidades linguales van mucho más allá del día a día, y se han convertido en una prenda con la que los políticos intentan ir a la caza de votos. Mientras tanto, Josep Lluis Carod Rovira, vicepresidente del gobierno catalán, se ha hecho cargo personalmente de dirigir la comisión del evento de Frankfurt. Carod es dirigente máximo del partido ERC, un partido nacionalista de izquierdas –algunos preferirán decir separatista de izquierdas-.
(Foto no mostrada) Algunos catalanes exigen la independencia de Cataluña, separándose de España. Los “grafittis”, como éste que mostramos de Girona, son uno de los medios expresivos preferidos.
Para muchos catalanes, la Feria del Libro es “una pérdida de tiempo”
Los escritores también contribuyen a la disputa. El catalán Carlos Ruiz-Zafón, que escribe en castellano y consiguió con “La sombra del viento” un éxito mundial, asegura con malicia que la Feria del Libro de Frankfurt no representa más que una “pérdida de tiempo”. Su colega Sergi Pamies, que escribe en catalán, uno de los pocos que ya disponen de invitación oficial a Frankfurt, la ha rechazado. Asegura no poder publicar las razones “porque iría directo a la cárcel”, afirma por la radio. Indirectamente ha hecho saber además que no piensa admitir que le hagan tirar del carro nacionalista. Y que, además, lo de Frankfurt no tiene mucha importancia. Y Eduardo Mendoza, un autor de bestsellers en castellano, “se interesaría más bien por la Escuela de Frankfurt que por la Feria del Libro de Frankfurt”.
Sean cuales sean los nombres que los catalanes den a conocer mañana en Frankfurt, parece que el mal ya está hecho. Después de tantas discusiones, asegura Mendoza, todos han quedado agotados ya antes de iniciada la Feria.
Normalidad donde ésta no existe
Martin Dahms
Normalidad donde ésta no existe
Feria del Libro
En Frankfurt se presenta la “cultura catalana”, aunque con limitaciones discutidas
Cataluña es española hasta el cliché. Una de las cantantes actuales más estupendas de flamenco, Mayte Martín, es catalana. La plaza de toros “Monumental” de Barcelona ha celebrado en esta temporada su reapertura, en la que el afamado torero José Tomás celebró ante un lleno completo su reaparición largamente esperada por los aficionados. También en Cataluña se come, a la manera española, a las dos del mediodía y se cena no antes de las nueve, y la “marcha”, la vida nocturna de Barcelona, poco tiene que envidiar a la de Madrid y de Sevilla. Por no hablar de la literatura: algunos de los escritores más famosos en idioma castellano, como por ejemplo Eduardo Mendoza, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Marsé, Juan Goytisolo, Javier Cercas o los autores de bestsellers Carlos Ruiz Zafón ((“La sombra del viento”) e Ildefonso Falcones (“La Catedral del Mar”, que aparecerá próximamente en alemán), son catalanes. La cultura catalana apenas se distingue de la cultura española.
Si no fuese por el idioma catalán. “Sin el idioma catalán no hablaríamos de cultura catalana”, asegura Josep Bargalló, director del Instituto Ramón Llull, la contrapieza del Instituto Cervantes español o del Goethe-Institut, y organizador de la presencia catalana como invitada en la Feria del Libro de Frankfurt.
Una lengua románica
El catalán es una lengua románica que, al igual que el francés y el castellano, se formó en la Edad Media partiendo del latín. El místico Ramon Llull (1232 hasta 1316) fue uno de los primeros autores en lengua catalana, y se le considera el padre de la literatura catalana, aunque no era catalán, sino mallorquín. Desde que Jaime I, rey de Aragón, conde de Barcelona y Señor de Montpellier, conquistó en el siglo XIII primero las Islas Baleares y después la costa oriental ibérica en torno a la ciudad de Valencia, arrebatándolas a los moros, se habla catalán también en esas otras dos regiones, una lengua que Jaime se trajo de Barcelona.
Si estamos de acuerdo con Bargalló en que la cultura catalana es hija de la lengua catalana, entonces la cultura catalana no es la cultura de Cataluña, que como hemos dicho es más que nada una cultura española, sino una cultura que se sirve del idioma catalán, tanto si se desarrolla en Cataluña, Valencia, en las Baleares, en el Perpiñán francés, la ciudad sarda Alghero o en Andorra, donde el catalán es la única lengua oficial. Por esa razón el Instituto Ramon Llull ha invitado exclusivamente a autores que escriben en catalán, sea cual sea la región de que proceden. Este hecho ha provocado en España un debate de alta carga política. Un debate interesante, porque afecta a cuestiones de “identidad” nacional y cultural que un país monolingüe como Alemania desconoce por completo.
Los catalanes –al igual que los valencianos o mallorquines- son bilingües, forman parte tanto del mundo catalán como del castellano y, por tanto, pueden decidir con cual de estos dos idiomas se introducen en el mundo de la literatura.
El poeta Pere Gimferrer, que escribe en catalán, publicó sus primeros tomos de poesía en castellano, Eduardo Mendoza escribe sus novelas en castellano y sus obras de teatro en catalán, Javier Cercas, que escribe en castellano, traduce los libros de Quim Monzó del catalán al castellano, y la mallorquina Carme Riera escribe sus novelas tanto en catalán como en castellano, pues como ella misma dice: “si he de ser traicionada, prefiero traicionarme yo misma”.
El bilingüismo es un beneficio, pero no todos los catalanes lo aceptan de buen grado. Los nacionalistas, que dominan en Cataluña, consideran que España es, en el peor de los casos, un poder ocupante, y en el mejor de los casos consideran que es un vecino incómodo del que se desconfía, aunque conviene llevarse bien con él. El español es un idioma universal, por lo tanto es útil, pero desde el punto de vista nacionalista no cabe duda de que el catalán es el verdadero idioma de los catalanes. Por esta razón se enseña en catalán tanto en la escuela como en la universidad, la lengua administrativa escrita es el catalán y las tiendas que no rotulan su género en catalán son multadas. El término oficial con que se denomina esta política reza “normalización lingüística”, una expresión que habría divertido a George Orwell, que luchó en la Guerra Civil española al lado de los anarquistas de Cataluña. No obstante esta “normalización”, los catalanes leen mayoritariamente sus diarios y sus libros en castellano, y gran parte de los escritores catalanes siguen escribiendo en castellano, dándose además el caso de que son los que más éxito tienen. Un nacionalista siempre lo razonará con el hecho de que el catalán estuvo reprimido durante el franquismo y también con la ocupación de Barcelona por las tropas españolas y francesas el 11 de Septiembre de 1714. En aquella guerra de sucesión, los catalanes se pusieron de lado del pretendiente al trono que finalmente perdió la batalla, y como castigo perdieron toda su autonomía. Desde su punto de vista se trata de una injusticia histórica a la que se oponen con todo su fervor catalanista.
Voces críticas
Este fervor y esta política de “normalización lingüística” a su vez enfurecen a los no-nacionalistas de Cataluña, por lo cual la presentación de la “cultura catalana” en la Feria del Libro de Frankfurt se ha convertido en tema de irritadas disputas. “El castellano no se ha sobrepuesto a la fuerza a la cultura catalana”, opina por ejemplo el sociólogo catalán Félix Ovejero. “A finales del siglo XV ya se imprimían en Cataluña tantos o más libros en castellano que en catalán. De ahí que en Frankfurt debería estar presente toda la cultura catalana, tan diversa y tan mestiza como es la sociedad catalana.”
Una oportunidad perdida
Así parece que la que ha sido invitada no es la cultura de Cataluña, sino la cultura catalana, mejor dicho la literatura en catalán, lo cual sería un nombre más acertado para esta presentación.
Muchos catalanes que escriben en castellano vendrán de todos modos a Frankfurt, invitados por sus editoriales. De todos modos, la presencia catalana durante la Feria del Libro hubiera sido una buena ocasión para presentar ante un público internacional el debate en torno a la catalanización de Cataluña. Pero este tema no figuraba en el programa de los organizadores de la presentación catalana como invitada. El Instituto Ramon Llull quiere vender una normalidad donde la normalidad no existe.
Texto de la oferta en Internet de la revista “Das Parlament” con el anexo “Aus Politik und Zeitgeschichte” (“Cuestiones de política y de historia contemporánea”).
© Parlamento federal alemán y central federal de formación política, 2007.
Normalidad donde ésta no existe
Feria del Libro
En Frankfurt se presenta la “cultura catalana”, aunque con limitaciones discutidas
Cataluña es española hasta el cliché. Una de las cantantes actuales más estupendas de flamenco, Mayte Martín, es catalana. La plaza de toros “Monumental” de Barcelona ha celebrado en esta temporada su reapertura, en la que el afamado torero José Tomás celebró ante un lleno completo su reaparición largamente esperada por los aficionados. También en Cataluña se come, a la manera española, a las dos del mediodía y se cena no antes de las nueve, y la “marcha”, la vida nocturna de Barcelona, poco tiene que envidiar a la de Madrid y de Sevilla. Por no hablar de la literatura: algunos de los escritores más famosos en idioma castellano, como por ejemplo Eduardo Mendoza, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Marsé, Juan Goytisolo, Javier Cercas o los autores de bestsellers Carlos Ruiz Zafón ((“La sombra del viento”) e Ildefonso Falcones (“La Catedral del Mar”, que aparecerá próximamente en alemán), son catalanes. La cultura catalana apenas se distingue de la cultura española.
Si no fuese por el idioma catalán. “Sin el idioma catalán no hablaríamos de cultura catalana”, asegura Josep Bargalló, director del Instituto Ramón Llull, la contrapieza del Instituto Cervantes español o del Goethe-Institut, y organizador de la presencia catalana como invitada en la Feria del Libro de Frankfurt.
Una lengua románica
El catalán es una lengua románica que, al igual que el francés y el castellano, se formó en la Edad Media partiendo del latín. El místico Ramon Llull (1232 hasta 1316) fue uno de los primeros autores en lengua catalana, y se le considera el padre de la literatura catalana, aunque no era catalán, sino mallorquín. Desde que Jaime I, rey de Aragón, conde de Barcelona y Señor de Montpellier, conquistó en el siglo XIII primero las Islas Baleares y después la costa oriental ibérica en torno a la ciudad de Valencia, arrebatándolas a los moros, se habla catalán también en esas otras dos regiones, una lengua que Jaime se trajo de Barcelona.
Si estamos de acuerdo con Bargalló en que la cultura catalana es hija de la lengua catalana, entonces la cultura catalana no es la cultura de Cataluña, que como hemos dicho es más que nada una cultura española, sino una cultura que se sirve del idioma catalán, tanto si se desarrolla en Cataluña, Valencia, en las Baleares, en el Perpiñán francés, la ciudad sarda Alghero o en Andorra, donde el catalán es la única lengua oficial. Por esa razón el Instituto Ramon Llull ha invitado exclusivamente a autores que escriben en catalán, sea cual sea la región de que proceden. Este hecho ha provocado en España un debate de alta carga política. Un debate interesante, porque afecta a cuestiones de “identidad” nacional y cultural que un país monolingüe como Alemania desconoce por completo.
Los catalanes –al igual que los valencianos o mallorquines- son bilingües, forman parte tanto del mundo catalán como del castellano y, por tanto, pueden decidir con cual de estos dos idiomas se introducen en el mundo de la literatura.
El poeta Pere Gimferrer, que escribe en catalán, publicó sus primeros tomos de poesía en castellano, Eduardo Mendoza escribe sus novelas en castellano y sus obras de teatro en catalán, Javier Cercas, que escribe en castellano, traduce los libros de Quim Monzó del catalán al castellano, y la mallorquina Carme Riera escribe sus novelas tanto en catalán como en castellano, pues como ella misma dice: “si he de ser traicionada, prefiero traicionarme yo misma”.
El bilingüismo es un beneficio, pero no todos los catalanes lo aceptan de buen grado. Los nacionalistas, que dominan en Cataluña, consideran que España es, en el peor de los casos, un poder ocupante, y en el mejor de los casos consideran que es un vecino incómodo del que se desconfía, aunque conviene llevarse bien con él. El español es un idioma universal, por lo tanto es útil, pero desde el punto de vista nacionalista no cabe duda de que el catalán es el verdadero idioma de los catalanes. Por esta razón se enseña en catalán tanto en la escuela como en la universidad, la lengua administrativa escrita es el catalán y las tiendas que no rotulan su género en catalán son multadas. El término oficial con que se denomina esta política reza “normalización lingüística”, una expresión que habría divertido a George Orwell, que luchó en la Guerra Civil española al lado de los anarquistas de Cataluña. No obstante esta “normalización”, los catalanes leen mayoritariamente sus diarios y sus libros en castellano, y gran parte de los escritores catalanes siguen escribiendo en castellano, dándose además el caso de que son los que más éxito tienen. Un nacionalista siempre lo razonará con el hecho de que el catalán estuvo reprimido durante el franquismo y también con la ocupación de Barcelona por las tropas españolas y francesas el 11 de Septiembre de 1714. En aquella guerra de sucesión, los catalanes se pusieron de lado del pretendiente al trono que finalmente perdió la batalla, y como castigo perdieron toda su autonomía. Desde su punto de vista se trata de una injusticia histórica a la que se oponen con todo su fervor catalanista.
Voces críticas
Este fervor y esta política de “normalización lingüística” a su vez enfurecen a los no-nacionalistas de Cataluña, por lo cual la presentación de la “cultura catalana” en la Feria del Libro de Frankfurt se ha convertido en tema de irritadas disputas. “El castellano no se ha sobrepuesto a la fuerza a la cultura catalana”, opina por ejemplo el sociólogo catalán Félix Ovejero. “A finales del siglo XV ya se imprimían en Cataluña tantos o más libros en castellano que en catalán. De ahí que en Frankfurt debería estar presente toda la cultura catalana, tan diversa y tan mestiza como es la sociedad catalana.”
Una oportunidad perdida
Así parece que la que ha sido invitada no es la cultura de Cataluña, sino la cultura catalana, mejor dicho la literatura en catalán, lo cual sería un nombre más acertado para esta presentación.
Muchos catalanes que escriben en castellano vendrán de todos modos a Frankfurt, invitados por sus editoriales. De todos modos, la presencia catalana durante la Feria del Libro hubiera sido una buena ocasión para presentar ante un público internacional el debate en torno a la catalanización de Cataluña. Pero este tema no figuraba en el programa de los organizadores de la presentación catalana como invitada. El Instituto Ramon Llull quiere vender una normalidad donde la normalidad no existe.
Texto de la oferta en Internet de la revista “Das Parlament” con el anexo “Aus Politik und Zeitgeschichte” (“Cuestiones de política y de historia contemporánea”).
© Parlamento federal alemán y central federal de formación política, 2007.
jueves, 22 de noviembre de 2007
Canviar perquè res no canviï
La història es repeteix, després de 70 anys. Hem tornat a l’any 36, crides enfurismades als púlpits i balconades des de les esglésies y edificis públics a parlaments de polítics conduint a fidels i infidels a aixecaments en nom de Déus y pàtries. Ara, després de 31 anys de la mort al llit del dictador i una transició fructífera i constitucional, la classe política ja no necessiten les balconades s’han fet propietaris repartint subvencions a dojo dels nous mitjans de comunicació ; tornant a crear sentiments de qui te la Nació més gran rica y lliure. Un altre cop tenim salva pàtries disposats a enfrontar als ciutadans entre si, a costa del que sigui exaltant factors patriòtics. No ens mereixem aquests polítics interessats només en enfrontar-nos a uns contra els altres en nom de nacions ni de diferències territorials, els drets són nostres no del territori on som, és necessari tenir representants polítics que administrin el nostre benestar social amb eficàcia i professionalitat. Els sentiments de pàtria o religió són només de cadascú i els administrem nosaltres en l’àmbit particular o social sense que ningú els utilitzi en el seu propi interès per aconseguir afinitats que al final sempre són rentables per tapar els seus pecats i seguir a les poltrones.
Ciutadans, diguem NO
Ciudadanos, digamos NO
Ciutadans, diguem NO
Ciudadanos, digamos NO
Vandersen
jueves, 1 de noviembre de 2007
Els nínxols
Mientras la alcaldesa, junto al resto del consistorio, y otras autoridades, homenajea a los difuntos de Gerona, el Ayuntamiento, por otro lado, “marca” los nichos de algunos de ellos porque están abandonados. Es decir, porque los allegados que deberían pagar por la concesión no quieren pagar, no pueden, o no saben que tienen que hacerlo.
Sin embargo, el Ayuntamiento se atreve a hacer con ellos, los abandonados, indefensos, no queridos, pobres, anónimos, lo que no haría con los poderosos, ricos, vivos, conocidos, y reconocidos por sus familiares. Se atreve a marcarlos en su nicho con una pegatina que viene a decir: moroso, ha perdido usted su sitio. Con el agravante de que el que queda marcado es precisamente el único que ya no puede hacer nada para arreglar esa deuda tributaria. Identificarlos públicamente como morosos, ligando, a la vista de todos, la pegatina con el nombre, o incluso puede que con la foto de la persona, es una muestra de insensibilidad que no deberíamos esperar de los que nos gobiernan. Que sea la única manera de avisar a los familiares es una excusa.
Nuestra ciudad tiene sitio para parques, edificios públicos faraónicos, auditorios y pabellones feriales, autovías que la cruzan, centros comerciales, pero no tiene sitio para sus muertos. Nuestros gobernantes se llenan la boca hablando del estado de bienestar y de los servicios públicos, pero el muerto abandonado, pobre, quizás inmigrante, tiene que pagar su cuota miserable si no quiere acabar en el osario. Algunos quieren recuperar la memoria abriendo fosas muy antiguas para identificar a los que allí yacen y rendirles tributo. Pero mientras, perderemos la memoria de tantos que, por no pagar, irán a la fosa común.
Finalmente, nos preguntamos: ¿es denunciable la actitud de este Ayuntamiento, y de otros que se han comportado igual? ¿Hasta qué punto tiene una administración derecho a exponer públicamente las deudas tributarias de los que no pueden hacer nada para saldarlas? ¿Podría ser, incluso, delictivo este proceder?
Sin embargo, el Ayuntamiento se atreve a hacer con ellos, los abandonados, indefensos, no queridos, pobres, anónimos, lo que no haría con los poderosos, ricos, vivos, conocidos, y reconocidos por sus familiares. Se atreve a marcarlos en su nicho con una pegatina que viene a decir: moroso, ha perdido usted su sitio. Con el agravante de que el que queda marcado es precisamente el único que ya no puede hacer nada para arreglar esa deuda tributaria. Identificarlos públicamente como morosos, ligando, a la vista de todos, la pegatina con el nombre, o incluso puede que con la foto de la persona, es una muestra de insensibilidad que no deberíamos esperar de los que nos gobiernan. Que sea la única manera de avisar a los familiares es una excusa.
Nuestra ciudad tiene sitio para parques, edificios públicos faraónicos, auditorios y pabellones feriales, autovías que la cruzan, centros comerciales, pero no tiene sitio para sus muertos. Nuestros gobernantes se llenan la boca hablando del estado de bienestar y de los servicios públicos, pero el muerto abandonado, pobre, quizás inmigrante, tiene que pagar su cuota miserable si no quiere acabar en el osario. Algunos quieren recuperar la memoria abriendo fosas muy antiguas para identificar a los que allí yacen y rendirles tributo. Pero mientras, perderemos la memoria de tantos que, por no pagar, irán a la fosa común.
Finalmente, nos preguntamos: ¿es denunciable la actitud de este Ayuntamiento, y de otros que se han comportado igual? ¿Hasta qué punto tiene una administración derecho a exponer públicamente las deudas tributarias de los que no pueden hacer nada para saldarlas? ¿Podría ser, incluso, delictivo este proceder?
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