Manifiesto leído a las puertas del CAC por Jordi Cañas, portavoz del Comité Ejecutivo de Ciudadanos:
El principal enemigo del nacionalismo es la libertad y su primera víctima es la verdad. Porque el nacionalismo necesita para imponer su modelo de sociedad excluyente una ciudadanía manipulada. Y para conseguir ciudadanos manipulables el principal obstáculo es la libertad de opinión y de información.El nacionalismo y sus cómplices interesados, solo tienen un objetivo: la construcción nacional. Y la construcción nacional encierra, ante todo, una estrategia de control social. Para ello utiliza todos lo resortes que el poder les proporciona, y crea instrumentos que tienen como fin legitimar sus decisiones.Uno de estos instrumentos es el Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC). Un organismo que tiene como función el control de los medios de comunicación en Cataluña. Este control se ejecuta desde sus amplísimas atribuciones. Atribuciones censoras que organizaciones internacionales de periodistas no han dudado de calificar como propias de regímenes totalitarios, sin parangón en las democracias europeas.Porque el CAC es un órgano censor. Es un órgano censor que ejecuta la censura más peligrosa mediante un mecanismo especialmente amoral: la censura prescriptiva. Esta censura es especialmente nociva para la democracia, ya que señala unos límites no escritos, unos códigos invisibles pero claros y contundentes. Una censura que busca que sean los propios medios los que apliquen estos límites de una forma voluntaria: imprimiendo a la sociedad la más inmoral de las censura: la autocensura. Este mecanismo perverso se crea ejemplificando un binomio claro: el crimen y el castigo. Quien ose discrepar del discurso nacionalista, quien critique al poder, es castigado. Este aviso a navegantes tiene una función ejemplificante, una función de advertencia: quien no quiera tener problemas debe mostrarse sumiso o complaciente con el poder.
Porque los poderes del CAC cercenan el ejercicio de las libertades de expresión e información garantizadas por nuestra Constitución, y son una amenaza para los derechos de los ciudadanos. Nunca hasta ahora ha sido tan visible el castigo del poder a los medios de comunicación disidentes, aquellos que no se doblegan ante sus designios, aquellos que anteponen la libertad de opinión a la complicidad lasciva con el poder, aquellos que denuncian el saqueo del dinero publico, aquellos que denuncian el nepotismo, aquellos que denuncian el despilfarro de los recursos publicos.
Cuando la verdad, la pluralidad y la libertad se han convertido para los nacionalistas en valores prescindibles, desde Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía queremos decir que seremos un baluarte de la libertad, que la defenderemos siempre que se vea amenazada, porque en la lucha por la libertad no puede haber espacios de impunidad, no puede haber víctimas sacrificables. Porque donde se sacrifica la libertad de opinión, la pluralidad, se sacrifica la libertad, y con ella la democracia.Por ello, hoy estamos aquí: para denunciar esta situación, para reivindicar una democracia donde los medios de comunicación sean un instrumento de la formación de opinión, para defender una sociedad de ciudadanos informados, una sociedad de ciudadanos críticos, una sociedad de ciudadanos libres.
Porque los poderes del CAC cercenan el ejercicio de las libertades de expresión e información garantizadas por nuestra Constitución, y son una amenaza para los derechos de los ciudadanos. Nunca hasta ahora ha sido tan visible el castigo del poder a los medios de comunicación disidentes, aquellos que no se doblegan ante sus designios, aquellos que anteponen la libertad de opinión a la complicidad lasciva con el poder, aquellos que denuncian el saqueo del dinero publico, aquellos que denuncian el nepotismo, aquellos que denuncian el despilfarro de los recursos publicos.
Cuando la verdad, la pluralidad y la libertad se han convertido para los nacionalistas en valores prescindibles, desde Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía queremos decir que seremos un baluarte de la libertad, que la defenderemos siempre que se vea amenazada, porque en la lucha por la libertad no puede haber espacios de impunidad, no puede haber víctimas sacrificables. Porque donde se sacrifica la libertad de opinión, la pluralidad, se sacrifica la libertad, y con ella la democracia.Por ello, hoy estamos aquí: para denunciar esta situación, para reivindicar una democracia donde los medios de comunicación sean un instrumento de la formación de opinión, para defender una sociedad de ciudadanos informados, una sociedad de ciudadanos críticos, una sociedad de ciudadanos libres.
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