Un fundamento básico de la democracia es que las Administraciones Públicas están para servir a los ciudadanos y no a la inversa. Los impuestos que pagamos deben tener como destino los servicios esenciales para nuestra sociedad, aún más si cabe en un Estado social y de derecho como es España. Si a este principio democrático le sumamos la actual situación de recesión económica mundial, esta claro que los poderes públicos deben rebajar considerablemente el gasto innecesario o superfluo, aquel que no repercute en el bienestar de los ciudadanos.
Pues bien eso que parece tan evidente para cualquier persona con sentido común a los nacionalistas no les parece tan bien. Y tomo como ejemplo la Generalitat catalana y algunas de sus inversiones durante el último año para que nos hagamos una idea de como la construcción de una nación puede salir tan caro a nuestros bolsillos.
El gobierno tripartito se ha gastado 26 millones de euros en subvenciones a medios de comunicación privados, que como todos sabemos es la forma de tener bien alimentados a los que supuestamente deben informar a los ciudadanos de lo que sucede en la sociedad y en la vida política. Más de 500 millones de euros es lo que nos cuesta a los ciudadanos que vivimos en Cataluña mantener a todos los medios de comunicación públicos, los mismos que emiten reportajes cada dos por tres de las similitudes entre Cataluña y el Quebec, los mismos que dibujan un mapa del tiempo “dels Països Catalans”, los mismos que en su carta de principios vigente consideran preferente a un testimonio real en catalán a uno que se exprese en castellano, los mismos que recomiendan a sus presentadores que entrevisten a cualquier español siempre en catalán y que hagan uso si es necesario del “pinganillo” para no tener que hablar en castellano. El gobierno de Montilla se gasto en 2007 según ellos mismos reconocen en su informe anual de política lingüística 156 millones de euros, el triple casi de lo que se gastaba Maragall. A los catalanes nos cuesta subvencionar a la plataforma pro-selecciones catalanas más de dos millones anuales. Esta plataforma convocó, junto a otras entidades subvencionadas del pesebre nacionalista, el 11 de septiembre una manifestación bajo el lema “Volem un Estat propi”. Para que no quepa la mínima duda de la politización del deporte que hace esta plataforma el que fue líder de esta asociación fue candidato en las listas de ERC en las últimas elecciones autonómicas de 2006. Seguimos. El Consejero Carod Rovira se ha dedicado en estos dos años de legislatura a ir abriendo pseudo-embajadas políticas en Berlin, Londres, París,Nueva Cork, con el fin reconocido de mantener relaciones bilaterales con otros Estados e incluso con la ONU o el Quebec en el caso de Nueva York. Al frente de ellas ha colocado a todos los amigos independentistas que le quedaban por enchufar. La Generalitat tiene un presupuesto anual para lo que califican de política exterior de 18 millones de euros. Más subvenciones: Acció Cultural del Pais Valencià se llevo en 2007 2,1 millones de Euros, entre otras cosas para la adquisición de inmuebles en Valencia. Este año el gobierno Montilla se ha gastado 3,6 millones de Euros en el Sur de Francia, o a lo que los neoimperialistas lingüísticos les gusta llamar la Catalunya Nord, en subvencionar escuelas que estudien en catalán. Digo yo que Montilla se podría estirar y ponernos por lo menos una en Cataluña donde se pueda estudiar también en castellano, seria un lujo. Omnium Cultural, bajo el lema una Nació, una cultura, una llengua; que vendría a ser la versión franquista de Una, grande y libre a la catalana, se ha llevado más de 3 millones de Euros este año. Hay que recordar que esta entidad se dedica a vigilar, denunciar y boicotear a los comercios o empresas que no rotulan en catalán. Vaya, que van poniendo cruces o en este caso denuncias en las puertas de los comercios que tienen la osadía de rotular en español en España. Y un último ejemplo son los informes fantasma de la Generalitat; que ascienden a un coste anual de 32 millones de euros, y que están en manos de la Fiscalía por la denuncia interpuesta por el sindicato Manos Limpias que explica en su escrito que hay informes inexistentes, otros duplicados, y otros concedidos a familiares de ex-diputados de grupos políticos que apoyan al gobierno.
Y así un largo listado de entes; asociaciones subvencionadas, gasto innecesario e identitario que hace que en las comunidades donde gobiernan los nacionalistas tengan que financiar entre todos la construcción de la nación deseada e inventada.
Mientras Cataluña invierte en educación por debajo de la media española; nuestras listas de espera en sanidad son las terceras más largas de España con más de cuatro meses de espera para operaciones quirúrgicas, no se ha construido una sola estación de metro en los últimos 5 años, tenemos el record de barracones en la escuela para el curso 2008/09 con 968 ( Madrid tiene 25, por ejemplo), y se tienen que cerrar este año según el gobierno el 50% de los centros públicos de bachillerato nocturno porque según la Generalitat no son rentables. ¿Desde cuando la educación pública se ha guiado por criterios de rentabilidad, y en este caso para un gobierno supuestamente socialista?
Joan Puigcercós; el Presidente de ERC en el último debate de política general del Parlamento de Cataluña dijo una de esas frases que pasarán a la historia de la demagogia: “… nosotros también queremos gafas gratis para los catalanes, como los andaluces…” Como algunos ya estamos hartos de tanta mentira y de la creación de tanto odio y enfrentamiento entre españoles, cogimos la calculadora y como las matemáticas no engañan en pleno debate sacamos dos ejemplos que a más de uno le debería avergonzar: con los 26 millones que Montilla dedica a subvencionar a los medios de comunicación privados 440.000 ciudadanos tendrían gafas gratuitas; es decir el 100% de las personas que utilizan gafas en Cataluña: Con los 156 millones destinados a su obsesivo y opresiva política lingüística todos los niños de primaria de Cataluña; es decir 403.000 mil tendrían un ordenador personal en su pupitre. Por tanto como decía la campaña socialista en sus últimas elecciones esto son hechos, no palabras.
Y después tenemos que escuchar a los nacionalistas “llorar” porque según ellos los extremeños o los andaluces “nos expolian” a los catalanes. Si que es cierto que nos expolian; pero desde dentro del oasis catalán, la propia Generalitat. Esta claro que construir una nación que no existe sale muy caro.
Como el nacionalismo se ha convertido en una religión, y yo quiero un Estado laico, para el próximo programa electoral de Ciudadanos tendremos que incorporar la propuesta de que nos pongan una casilla de exención fiscal a los que no queremos que nuestros impuestos se dediquen a esta confesión tan corrupta.
Artículo de Albert Rivera, presidente de Ciutadans, publicado en De Verdad, publicación de Unificación Comunista de España
No hay comentarios:
Publicar un comentario